La Sedena y Semar preparan una fuerza de élite de 12 mil elementos, quienes recibirán capacitación por parte de personal de seguridad de Pemex y de la Policía Federal, para que sean los responsables de la seguridad de las instalaciones de la empresa productiva del Estado con el fin de combatir el huachicoleo.
Dicha fuerza especial se apoyará en mapas, rutas, zonas y cuadrantes de los ductos de Petróleos Mexicanos, así como la utilización de drones para resguardar las zonas estratégicas que abarca 57 instalaciones petroleras, (6 refinerías 39 terminales y 12 estaciones de rebombeo) en Veracruz, Puebla, Guanajuato, Querétaro, y el Estado de México, entidad con el mayor número de tomas clandestinas.
Si bien expertos en fuerzas armadas apoyan el plan del Gobierno Federal, ponen énfasis en la falta de un marco legal para actuar, amén de una reacción violenta del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo criminal líder en el huachicoleo, tras el cierre de los ductos.
2 MIL MILLONES DE LITROS DE COMBUSTIBLE AL AÑO
Grupos criminales extraen de ductos de Pemex alrededor de 2 mil millones de litros de gasolina al año, mediante la perforación de ductos que atraviesan Puebla, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Jalisco y la entidad mexiquense.
Cuatro son las más importantes redes de ductos: Madero-Cadereyta-Reynosa, Salamanca-Guadalajara y Minatitlán México.
A partir del 27 de diciembre pasado, Sedena comenzó un monitoreo puntual de dichos ductos, con el apoyo de ocho drones que permiten tener imágenes en tiempo real de la ordeña y efectuar operativos de precisión.
También al interior de Pemex, donde a los militares se les capacita para leer las órdenes de salida de los combustibles hacia las estaciones de servicio, con el fin de poder ubicar qué pipas son utilizadas para el huachicol.